lunes, 12 de enero de 2015

Gran Quivira II - Grabación

¡Hola!

El 14 de noviembre estuvimos en RPM grabando "Nadie de verdad" con Roger García a los mandos. El día fue laaargo e intenso, pero creo que ha quedado muy bien, que es lo importante.

Después de sonorizar, grabamos primero la base en directo, batería, bajo y las guitarras de Mike y mía (mía mía no, que es una Telecaster preciosa que me prestó Roger que me plantée robarle unas cuantas veces, qué maravilla, por favor, que mi Eastwood me perdone, pero tengo serias tentaciones de hacerme con una de ellas si la lotería me es favorable). Después grabó Alberto su guitarra solista y arreglos aparte y luego fuimos con las voces. Grabé a la primera toma, excepto una parte en la que quería probar algunas cosas para ver cómo me gustaba más. Y no es que grabara a la primera porque sea una crack y me saliera perfecto, ni mucho menos, sino porque precisamente quería que quedara lo más parecido posible a un ensayo, y lo más parecido posible a grabar en directo con el resto de la banda, aunque grabar con ese micro Neuman sea lo opuesto a cantar en el local de lo bonito, perfecto y cálido que suena. Qué pasada poder cantarle a un micro así, que te deja jugar tanto con cada matiz porque capta absolutamente todo con una perfección y una "humanidad" absoluta. No estamos buscando que el tema quede como en un disco ni me apetecía pulir palabra a palabra pinchando en mil sitios hasta que todo estuviera clavadísimo y perfecto.

Ya grabaremos un disco y si nos apetece, ya intentaremos dejar los temas perfectos (aunque cada vez me parezca más aburrida esa idea). Esto era distinto, nos apetece que lo primero que escuchéis de la banda sea como asomar la cabeza por la puerta del local y ver cómo sonamos, con esos fallos casi imperceptibles pero que en estudio asoman todos diciendo "eh, que estamos aquí" y con los que cada vez me siento más reconciliada e incluso me gustan más que una grabación perfectamente cuantizada, autotuneada y tan perfecta que da asco, al menos a mí.

Después grabamos los coros. Qué suerte he tenido esta vez. Adoro los coros y quería darme el lujo de tener coristas para esta canción, la única licencia puramente de estudio que me apetecía tener (en el local no tenemos, por desgracia). Yo misma he sido corista con varias bandas y me encanta todo lo que envuelve a las armonías vocales. Tengo la suerte de tener unas cuantas amigas cantantes, y llamé a dos de ellas, Neus Ferri e Isabel Monzó, que son de las mejores (tanto amigas como cantantes), mucho mejores cantantes que yo, desde luego. Le "encargué" a Neus la producción de los coros, es decir, que fuera ella la que sacara las líneas con total libertad (salvo algunas pequeñas directrices que le di sobre cómo me los imaginaba yo) porque, por una parte, a veces uno está tan metido en su canción que pierde un poco la perspectiva y por otra, sabía que alguien tan sumamente buena como Neus lo iba a hacer muchísimo mejor que yo. Este verano y el anterior  fui su corista en sus bolos con banda, con lo que estamos ya bastante acostumbradas a trabajar juntas las voces y de verdad que es una gozada increíble currar con alguien así. Y por supuesto, sacó unos coros que me encantan y que le dan al tema un rollazo increíble. Isabel es otra crack con un montón de experiencia, de las que no fallan, y encima lo hace con una sonrisa de oreja a oreja que sólo de verla ya te alegra el día. Las dos grabaron prácticamente a la primera (venían con el trabajo muy preparado) y luego Mike añadió otra línea de voz en un registro más grave.

Y después, ya un poco cansados, pasamos al tema del vídeo. Se encargaba Marcos Bañó a.k.a. Escaliburcio Ramón, quien también nos hizo las fotos con las que inauguramos el otro día nuestra página de facebook, porque uno a los amigos que son buenos en lo suyo los explota todo lo que puede, que la confianza da asco, pero también es bonita. No queríamos tampoco nada del otro mundo, simplemente nosotros tocando, así que en unas pocas tomas estaba la cosa lista, El pobre iba loco manejando tres cámaras (una fija, una que llevaba él y una gopro que iba poniéndonos en las guitarras). Da gusto que la gente se implique así en tus proyectos.



La canción se llama "Nadie de Verdad" y la letra... bueno, el estribillo es una de esas frases que se te ocurren un día en un momento concreto y que aunque no la creas al 100% (claro que queda gente de verdad), en ese momento te pilla con una guitarra en la mano y se queda ahí para siempre, un pensamiento de un segundo, congelado, simplemente. Habla de todas esas cosas que hacía hace años, cuando aún estaba buscando mi sitio en el mundo y creía que "ser diferente" era algo que tenía que demostrar a cada momento, y al final te das cuenta de que todos estamos haciendo lo mismo, y que "ser diferente" no puede ser una impostura. Es mucho más sencillo que todo eso. En fin, es una letra muy poco meditada, muy automática, escrita del tirón sin demasiados rodeos. David Ortega, guitarra de Los Perros del Boogie, Lord Sith, gran letrista y compositor y un amigo al que adoro, me ayudó a corregirla. Lo mejor es que la mezcla me llegó justamente en el mismo sitio en el que nació la canción, la estación, mi estación, un sitio súper especial para mí. La escuché por primera vez ya terminada en el mismo sitio en que nació, dos años antes. Es este sitio de la foto y supongo que será una tontería, pero a mí me hizo flipar, fue algo mágico que todo pasara en ese lugar.

Y aquí, el resultado.


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